sábado, 1 de diciembre de 2012

No nos lo vuelvas a hacer.

De camino va hacia su hispalis natal, el Señor con su valiente zancada. Deja aqui desolados a sus hijos faltos de Él, a su madre vestida de luto, con la mirada clavada en la puerta esperando su regreso, como quien espera en la puerta de un quirofano.
Aqui o donde estés, ruega siempre por nosotros Señor del Gran Poder.


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